Ébano y Marfil

Ébano y Marfil, la pasión de los condenados, la incredulidad de los realistas, la realidad de los escépticos, el escepticismo de los creyentes. Ébano y Marfil, ella y yo, yo y ella. Ébano y Marfil, el final de una vida y el comienzo de otra, acaso menos comprensible, acaso menos larga.
Ébano y Marfil es una reflexión, una caricia, un baño de lucidez y otro de ensueño. Un camino por conocer. Una idea trazada que nos lleva directo a la locura, que no deja vivir en paz, que no permite el cambio y que sofoca, hiere, molesta. Un brindis con cianuro, y así perderle el miedo a lo desconocido, a lo que antes temíamos pero ahora enfrentamos con la cara hacia arriba, sabiendo el final está cerca y la muerte es lo siguiente. Una lectura inevitable e imperdible. Una maldita obsesión. Una droga para la mente. Y no hay cura, señores, porque si de todas formas ese el único paso que nos falta por qué aplazarlo. Para qué dejarlo ir de nuestras manos si ya todo esta consumado, si morimos desde siempre, si con el final del día nos encontramos a poco tiempo. Para qué…
Ébano:
Soy en quien nadie cree, en quien piensan no puede escribir ni salir adelante. Soy el que cree que llorar está bien. Soy quien escribe poesía para olvidar que la vida y el amor le fueron extrañamente esquiva, particularmente insoportable. No soy un camino. No doy mensajes ni reflexiones. No espero nunca que vengan a por mí si yo aun puedo caminar e tras lo que deseo. No necesito sentirme importante porque aprendí que la verdadera importancia radica en sentirse bien con uno mismo, en saberse inteligente y dispuesto a sobresalir, en no trazarse un limite, en decidir con la cabeza. Aprendí que el corazón, como ser incompresible que es, viaja solo, experimenta, confiesa, calla, ama, odia, llora, sangra…

Marfil:
Y yo soy alguien que quiero y no puedo ser. Que espera de la vida alguna recompensa por los años de sacrificio y trabajo. Que se desespera ante las injusticias. Que llora bajo la almohada porque teme que papá la escuche y le diga que llorar está mal, que nació para sonreír y ser feliz.
No soy escritora ni quiero serlo. Es más, a veces me levanto pensando si todo lo que hago ahora es lo correcto, si pierdo el tiempo escribiendo cartitas de amor y poemitas que nunca nadie leerá, o si es así, no prestarán atención. Creo que escribo para ganar algo de tiempo extra, o para no sentirme tan sola, o porque la razón dejó de serlo y ahora me obliga a entrar en un mundo que no pertenezco ni quiero pertenecer. Sé que no debería escribir todas estas cosas, teniendo en cuenta que una de nuestras metas es ser leídos, y que esto tendría que ser un relato de mi propia personalidad, de algún rasgo peculiar en mi carácter. Lo sé y me atengo a las consecuencias.
En fin.
Así soy y así están las cosas.
5 Responses
  1. Silvia Says:

    Creo tener algo de Ebano y Marfíl en mi sangre, lo llevo dentro y solo muestro aquello que me conviene...

    Nos seguiremos leyendo, gracias por tu entrada.

    ps. Había dejado ya un comentario en la antrada anterior, será que no llego?

    Saludos!


  2. Orgia kasual Says:

    MM UNA DESCRIPCION BASTANTE INTERESANTE!! PERO DEBO DEJAR K AMBOS ME SORPRENDAN POKO A POCO, Y ENTONCES LOS IRE KONOCIENDO MEJOR!

    UN BESO CON CIANURO.. DAYANN


  3. Cesia Says:

    impactame!!

    komo lo haces ahora
    fiel seguidora d st blog


  4. aLe Says:

    Interesante tu blog, por aca estaré esperando leer el proximo post


  5. Favio Says:

    me falta sinceridad para captarla..
    es sin un fin? o es sin un medio??
    el alma se busca siempre, ese es mi credo, podemos intentar vagar en letras y llegar a poseer la mejor verborragia del mundo pero mientras no se acepte esa búsqueda constante de aceptación (de alguien, de algo, de una idea ínfima) no se podrá avanzar..



    sorry, su escrito me puso reflexivo
    XD


  • Ébano y Marfil

    Ébano y Marfil
  • Archivo del blog

    Seguidores